Enfermedades tratadas

Dolor lumbar
El dolor lumbar es aquel que se siente en la parte baja de la espalda. Puede ser causado por una variedad de problemas, desde lesiones en los músculos y ligamentos hasta afecciones más graves tales como la artritis o la hernia de disco.
El tratamiento
depende de la causa subyacente. Los medicamentos, como los antiinflamatorios no
esteroideos pueden ayudar a reducir el dolor. La terapia física puede incluir
estiramientos, fortalecimiento y ejercicios para mejorar la estabilidad y la
flexibilidad. El calor y la corriente eléctrica también pueden ayudar a aliviar
el dolor y reducir la inflamación.
Si el dolor no
mejora con el tratamiento conservador, se pueden recomendar otras opciones, como
inyecciones de esteroides o cirugía, siempre es recomendable buscar atención
profesional para elegir lo más adecuado a cada caso.

Dolor de rodilla
El dolor de rodilla puede ser causado por una lesión, una enfermedad ósea o inflamación. Las lesiones comunes que causan dolor de rodilla incluyen esguinces, tendinitis o rotura de los ligamentos. Las enfermedades óseas comunes que también pueden causarlo, incluyen artritis o osteoartritis. La inflamación puede ser causada por una infección, como una infección del tejido blando a su alrededor, o una afección autoinmune como la artritis reumatoide.
El tratamiento para el dolor de rodilla depende de la causa. Si el dolor de rodilla es causado por una lesión, el tratamiento puede incluir reposo, hielo, compresión y elevación para reducir la hinchazón. Los medicamentos antiinflamatorios también pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Si el dolor de rodilla es causado por una enfermedad ósea, como la artritis, el tratamiento puede incluir medicamentos para reducir el dolor y la inflamación, así como terapia física para fortalecer los músculos que soportan la rodilla. En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria.

Fracturas
Una fractura es una lesión ósea causada por una fuerza excesiva. Esto puede ocurrir como resultado de una caída, un impacto directo, una mala postura o una actividad física excesiva. Las fracturas pueden ser simples (una línea en el hueso), complejas (fragmentos múltiples del hueso) o abiertas (cuando el hueso atraviesa la piel).
Dependiendo de la ubicación de la fractura, los síntomas pueden incluir dolor intenso, hinchazón, inflamación, una deformidad visible y dificultad para mover el área afectada. El tratamiento para una fractura depende del tipo y la ubicación de la lesión, por ejemplo:
Inmovilizacion
rigida con fibra de vidrio: En los casos de fractura de huesos simples con
poco desplazamiento, el tratamiento puede incluir la inmovilización del área
afectada con fibra de vidrio para permitir que el hueso se cure.
Cirugía: En algunos casos, es necesario realizar una cirugía para reparar el hueso. Esta cirugía puede incluir la colocación de placas, clavos o tornillos para mantener los fragmentos óseos en su lugar mientras el hueso se cura.
Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, como los AINE o las inyecciones de esteroides.

Esguinces
Los esguinces son lesiones en las que se produce una sobrecarga excesiva de los ligamentos, produciendo una rotura parcial o parcial. Por ejemplo, por Movimientos bruscos como cambios de dirección repentinos, saltos, caídas o torceduras. También puede deberse a una sobrecarga o trauma.
Los síntomas típicos de los esguinces son dolor, hinchazón y movilidad limitada de la articulación afectada. Cuando esto se presenta, se suelen emplear algunos de los siguientes tratamientos:
Reposo: es importante descansar la articulación afectada para permitir que los ligamentos dañados se curan.
Aplicación de hielo: aplicar una bolsa de hielo en la zona afectada durante 15-20 minutos durante un par de veces al día. Esto ayuda a reducir la hinchazón y el dolor.
Férulas y vendajes: estas ayudan a prevenir movimientos adicionales de la articulación dañada, lo que permite una mejor curación.
Medicamentos para el dolor: los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, o el naproxeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
Rehabilitación
física: la terapia física ayuda a fortalecer la articulación dañada.

Lesiones deportivas
Las lesiones deportivas son lesiones físicas o dolorosas que ocurren durante la práctica de algún deporte. Estas lesiones pueden ser el resultado de un esfuerzo físico excesivo, de una caída, de un golpe directo o de la repetición de movimientos. Las lesiones deportivas pueden ser leves, como una distensión muscular, o graves, como una fractura.
Pueden prevenirse con el uso de equipos de protección adecuados, el calentamiento adecuado antes de la práctica de deportes, el descanso entre entrenamientos, la hidratación adecuada y la realización de ejercicios de fortalecimiento y estabilización. Si una lesión se produce, el tratamiento depende de la gravedad de la lesión y la actividad física realizada.
Una lesión deportiva puede ser tratada por varios profesionales de la salud, dependiendo de la gravedad de la lesión. Estos incluyen entrenadores, médicos de atención primaria, fisioterapeutas, médicos deportivos y cirujanos ortopédicos. Cada profesional tiene su propio enfoque para tratar una lesión deportiva. Es importante consultar con el profesional adecuado para asegurarse de recibir el tratamiento correcto.

Pie plano
Tener pie plano puede ser una experiencia desafiante. Puede causar dolor y fatiga en los pies, así como en la espalda, caderas y rodillas. Uno puede sentir que está caminando sobre almohadillas o almohadillas. Puede tener problemas para encontrar zapatos cómodos o zapatos que se ajusten correctamente.
La fatiga y el
dolor pueden empeorar con la actividad, lo que hace que sea difícil realizar
ciertas actividades. Los tratamientos incluyen el uso de plantillas y
ejercicios de fortalecimiento de los pies y los músculos de la pantorrilla para
mejorar la postura y el equilibrio.

Síndrome del túnel del carpo
El túnel del carpo es una estructura anatómica situada en la muñeca formada por hueso y ligamentos. Se encuentra en la base de la mano, es un pasaje estrecho a través del cual pasan los tendones flexores y los nervios mediano, cubital y radial. Esta estructura es importante para permitir el movimiento y la sensibilidad de los dedos.
La compresión del túnel del carpo puede ocasionar una afección conocida como síndrome del túnel del carpo, que se caracteriza por un dolor intenso en la muñeca, además de debilidad, entumecimiento y hormigueo en los dedos.
El tratamiento se personalizará en función de la causa y los síntomas de cada paciente, pero puede incluir:
-Reposo: la persona debe evitar las actividades que causan la compresión del nervio mediano.
-Utilizar una muñequera de soporte para evitar la flexión excesiva del antebrazo. Aplicar hielo para reducir la inflamación y el dolor.
-Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para los músculos del antebrazo y la mano.
-Realizar terapia física, terapia con láser y estimulación eléctrica transcutánea. Tomar medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación.
Si los tratamientos anteriores no han sido
eficaces, se puede recurrir a la cirugía para liberar la compresión del nervio
mediano.

Pie equino varo
El pie equino varo es una deformidad congénita en la que los huesos del pie se encuentran en una posición inusualmente curvada o torcida. Esta deformidad puede provocar problemas en la forma en que el pie se desplaza o se soporta el peso, lo que a su vez puede provocar dolor, desequilibrio y fatiga al andar. Si no se trata, el pie equino varo puede conducir a otros problemas en los pies y las articulaciones.
El tratamiento del pie equino varo puede incluir:
Ejercicios correctivos: Estos ejercicios se realizan para reeducar los músculos del pie afectado, mejorar el equilibrio y la coordinación y estimular la correcta alineación de los huesos y músculos del pie.
Ortesis: Algunos tipos de ortesis especialmente diseñadas pueden ayudar a corregir el pie equino varo. Estas ortesis pueden ser en forma de botas, plantillas o tiras elásticas para sujetar el pie en la posición correcta.
Cirugía: Si los otros tratamientos no funcionan, la cirugía puede ser necesaria para corregir el pie equino varo, la cual consiste en reacomodar los huesos del pie para corregir la deformación.

Displasia de cadera
La displasia de cadera es un trastorno del desarrollo de la articulación de la cadera que se caracteriza por una formación anormal de la articulación de la cadera. Esto puede incluir una articulación de la cadera desalineada, una cabeza femoral y / o un acetábulo mal formados, y una laxitud anormal de la articulación. Esto puede provocar dolor, rigidez y limitación del movimiento. La displasia de cadera se puede detectar en el momento del nacimiento, durante el período de crecimiento infantil, o en la edad adulta.
El tratamiento
para la displasia de cadera depende de la edad y el grado de displasia. En los
bebés, el tratamiento puede implicar el uso de una férula de cadera para ayudar
a colocar la cadera en la posición correcta. El uso a largo plazo de una férula
de cadera puede ser necesario para ayudar a mantener y mejorar la posición de
la cadera.
En los niños y adultos, el tratamiento puede
incluir cirugía reconstructiva para corregir la forma y el tamaño de la
articulación de la cadera. El tratamiento también puede incluir terapia física
para mejorar la fuerza y el rango de movimiento de la articulación.

Deformidades
de rodilla en niños
Las deformidades de rodilla en niños pueden ser causadas por una variedad de factores. Estas incluyen lesiones o enfermedades, anomalías congénitas, enfermedades artríticas, infecciones o desequilibrios hormonales. Algunas de las deformidades más comunes de rodilla en niños incluyen artrosis, deformidad de los ligamentos cruzados, displasia de cadera, enfermedad de Perthes, displasia de cadera congénita, luxación de la rodilla, síndrome de dolor rotuliano y displasia del desarrollo de la rodilla.
Las deformidades
de las rodillas en niños se tratan a través de una combinación de cirugía y
terapia física. La cirugía puede incluir la corrección de la deformidad con una
osteotomía, la reparación de los ligamentos, la realineación de los huesos, la
fijación con placas, tornillos o alambres, y el reemplazo de la articulación.
La terapia
física es una parte importante del proceso de recuperación. El objetivo es
mejorar la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad de la rodilla. Esto puede
incluir ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y estabilización de la
rodilla. También se puede recomendar el uso de una rodillera para ayudar a
estabilizar la rodilla.